Si tu objetivo es «perder peso», lo primero es olvidarse de lo que diga la báscula, y pensar en «reducir el porcentaje de grasa corporal». La báscula mide la grasa y el músculo en conjunto. Bajar de peso a costa de perder músculo, es una pésima estrategia. El músculo es salud, y como tal, hay que estimularlo para que el cuerpo no prescinda de él.
Un plan de entrenamiento para intentar ganar masa muscular o para perder peso, aunque suene contradictorio, no deberían diferir tanto como la sociedad actual cree. El clásico ejercicio aeróbico, conocido como “cardio” está muy «mitificado», y está cada vez más demostrado que no es la forma óptima de ejercitarse si tu objetivo es la pérdida de grasa. Los músculos son los que regulan el flujo energético del cuerpo. Mucha gente cae en el error de mirar la báscula, ven que bajan kilos y nos les preocupa sin pierden grasa o músculo.
Claro ejemplo: 2 personas que pesan 75 kg, mismo % de grasa y músculo. Digamos que les sobra grasa y carecen de algo de tono muscular.
Persona 1 -> se dedica a hacer exclusivamente “cardio”, dieta hipocalórica constante, y como en muchos casos, excesiva (por falta de información o conocimiento). Al mes se pesa y la báscula dice 70 kg.
Persona 2 -> entrenamiento funcional, combinado con algún HIIT, con algo de cardio complementario, y dieta bien estructurada. Al mes se pesa y la báscula dice 73kg.
A priori parece que la persona 1 estaría más contenta hasta que se saben los siguientes detalles:
Persona 1 -> pérdida de 3 kg de grasa y 2 kg de músculo = 75 – 3 – 2 = 70 kg
Persona 2 -> pérdida de 4 kg de grasa y gana 1 kg de músculo = 75 – 4 + 1 = 72 kg
La báscula dirá una cosa, el espejo otra muy diferente, y no debería haber duda de cual sería estéticamente más «atractiva», y más importante, ¡más saludable! Y no equivoquéis la musculatura “hinchada” tipo culturista, con una musculatura más “natural”, más densa y tonificada. No está de más comentar esto, ya que sobre todo las mujeres, cuando oyen hablar de entrenar la fuerza, piensan en un cuerpo de «hombre», pero ni mucho menos.
Imágenes de ejemplo que muestran lo que trato de explicar:
Mismo peso, diferente composición corporal.
A la izquierda. el caso de la «Persona 1», a la derecha, el de la «Persona 2».
¿Por cual te inclinas? No es sólo cuestión de estética, los atletas de la derecha poseen un cuerpo más funcional.