El cuerpo humano está diseñado para moverse, lo que no quiere decir que no podamos parar quietos de vez en cuando. El problema es que los adultos emplean un promedio de 9-10 horas diarias sentados, algo para lo que nuestro cuerpo no está preparado.
La postura de estar sentado es perjudicial para cuello, hombros, espalda, brazos, cadera, piernas… Al permanecer sentados demasiado tiempo, dejamos inactivos músculos que son importantes a la hora de algo tan básico como mantenernos de pie en una postura erguida. Éstos se atrofian o debilitan, y perdemos flexibilidad en favor de una rigidez que nos hace más propensos a lesiones o dolencias.
Cada vez hay más evidencia científica que relaciona el sedentarismo con el riesgo de padecer diversas enfermedades. Según ciertas investigaciones, cuando pasamos ratos largos sentados, nuestro organismo lo asocia con un estado de «parálisis», lo cual afecta al funcionamiento normal de órganos y del propio metabolismo (niveles de azúcar en la sangre, presión arterial, colesterol, bloqueo de encimas, acumulación de toxinas etc.).
Ahora tampoco es cuestión de escandalizarse o dejar el trabajo si eres de los que se pasa 8 o más horas diarias sentado delante de un ordenador. La «solución» pasa por levantarse de la silla cada no más de media hora (cada 20 minutos idealmente) y andar un poco, hacer algunos estiramientos… y durante el rato que estés sentado, ser consciente de adoptar una buena postura para evitar la cada vez más frecuente cifosis (curvatura de la espalda y hombros):
Y por supuesto, fuera del horario laboral intentar practicar alguna actividad física asiduamente, aunque solo sea caminar. La cuestión es evitar añadir más horas que envíen a nuestro organismo esa señal de «parálisis» tan perjudicial.